jueves, 7 de octubre de 2010

Tiempo, el de la verdad.


Muchas veces creí que la mía era una impaciencia sin igual.Que,además de querer todo ya, no podía ni sabía esperar que corra el tiempo. Los minutos eran horas, las horas eran días, los días eran semanas… y así. Más aún, cuando eran momentos de tormentas en mi vida. ¿Cuántas veces uno quiso dormirse y despertarse tres meses más tarde, cuando las tormentas ya fueran días de pleno sol? ¿Cuántas veces uno quiso irse por tiempo indefinido, buscando dejar atrás esas lluvias? ¿Cuántas veces uno quiso escaparle a los problemas?

Welcome in my life.

Welcome in my life.