Me escapé del mundo lléndome al norte,
pero otro mundo esperaba allá.
Yo arrimé, siempre disparo a mansalva,
pero esa piel fue particular.
La hacés bien, y aunque te hierva la sangre,
te encadenas para no llamar.
¿Cómo hacés? Conozco todos tus trucos,
pero aún así me das que pensar.
Te guardas el orgullo donde nadie
pueda dudar de que lo tenés. Y así vas,
pueda dudar de que lo tenés. Y así vas,
sin perder el objetivo, pidiendo dos
cuando querés tres.
cuando querés tres.
Ya estoy bien, ya me ordené en mi desorden,
y aquellas voces no me hablan más.
y aquellas voces no me hablan más.
Por favor, mentime y dame la espalda,
otra vez no quiero patinar.
otra vez no quiero patinar.